Hoy, sin
querer, empecé a escribir tu nombre. Me di de cuenta cuando ya estaba por todas
partes. Intenté borrarlo pero ,por desgracia, el rotulador es permanente.
Permanente, al igual que tú. Siempre estás ahí, presente en todas partes.
Intento pensar en cualquier otra cosa, aunque sea absurda. Pero me resulta
imposible, ya que asta lo más absurdo me recuerda a ti. Quise borrarte de mi
pensamiento, pero al igual que ese dichoso rotulador, no lo conseguí.
También en
su día quise bajarte la luna, pero para fallo el mío, tenía los pies en la
tierra y ni si quiera de puntillas conseguía llegarle. Lo siento, me encantaría
haberla contemplado de cerca contigo.
Quizás,
puede que intente marcharme de tu vida, esto puede que sea más fácil, o no. Te
agradecería que si llego a intentarlo pusieras un poco de tu parte, ya que si no
conseguí nada de esto hasta ahora ha sido por que ,no me ayudas y me has traído
el rotulador equivocado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario